Hoy en día Internet ofrece numerosas soluciones telemáticas, como facturación electrónica, visado digital, voto electrónico, firma electrónica, carné de identidad digital, formularios telemáticos, certificado digital, receta electrónica, etc., todas ellas opciones basadas en la encriptación de datos y en la utilización de dispositivos inteligentes como claves, tarjetas y generadores de contraseñas, que permiten la autenticación.
Los delitos más frecuentes son los relacionados con falsas identidades, como el robo de identidad, los fraudes y los plagios. Destacamos los más comunes:
La lectura de huellas dactilares para aplicaciones móviles y otros dispositivos, ha sido posible gracias a la conexión que existe actualmente con los datos proporcionados por las personas al Gobierno. Esta base de datos biométrica está abierta a diferentes entidades lo que permite rápidamente validar si quien usa el servicio es la persona correcta.
Adicionalmente, tecnologías táctiles en los smartphones permiten generar imágenes de alta calidad de la huellas dactilares para que solo sea un único usuario el que pueda acceder a una información personal y de alto riesgo como la de los servicios bancarios.
La información de un solo uso como el acceso al correo personal en un dispositivo diferente al personal o la confirmación de una transacción financiera puede configurarse con un doble factor de autenticación, es decir que a parte de la contraseña principal deba verificarse a través de un código que llegue al teléfono móvil o la respuesta de una pregunta adicional de seguridad para poder acceder a la información.
A partir del análisis de las características faciales de una persona, extraída de una fotografía, selfie o video se puede evidenciar que la persona se encuentra con vida. Esto se ha logrado gracias a la alta calidad de las cámaras de los smartphones que permiten generar imágenes digitales de nuestras expresiones que se usan para validar que la persona que pretende acceder a la información coincide con los datos previamente guardados.
En la actualidad se han creado diferentes sistemas de reconocimiento de las características de voz como timbre, edad, género, para utilizar estos patrones y establecer contraseñas.
Este tipo de identificación digital también ha tenido otros alcances como la configuración de asistentes personales en los celulares como el “OK Google” o “Alexa” donde a partir de definir el patrón de voz del usuario principal, el sistema de ayuda se activará con tan solo decir un par de palabras.
Existen también soluciones de identificación digital en modalidades biométricas como los lectores de retina o de iris. Como cada persona tiene características únicas en estas dos partes de su ojo, se ha hecho una herramienta muy útil y segura para acceder a información personal y de igual manera protegerla.
Estos y otros avances en la personalización de los servicios están encaminados a crear una mejor experiencia para los usuarios, dejando atrás los trámites analógicos y presenciales.
Se espera que en un futuro con el perfeccionamiento de la inteligencia artificial podamos acceder cada vez más de forma segura a otros servicios de forma digital solo con el reconocimiento de nuestros datos biométricos.
Actualmente ya se están dando pasos en el camino de la identidad digital con la expedición de la cédula de ciudadanía digital , que abrirá las puertas para realizar trámites en línea de manera más sencilla y viajar a otros países sin necesidad de presentar un documento físico