Cuando navegamos por Internet compartimos, de manera consciente o no, mucha información. Vamos dejando un rastro que conforma lo que se conoce como identidad digital y con ella, nuestra reputación online.
La forma en que se maneja toda esa información personal que generamos y publicamos se conoce como gestión de la privacidad.
Se trata de un concepto personal y subjetivo, y es vital encontrar un equilibrio entre las ventajas que nos ofrece la exposición de información personal y los riesgos asociados en Internet.